FIELES A UNA TRADICIÓN: "EL VOTO DE VILLA" DE LA TORREMORMOJÓN (PALENCIA)
Siguiendo
los deseos de sus antepasados, cada Lunes de Pentecostés (día 28 de
mayo) los de Torremormojón (Palencia) vienen al santuario de Nuestra Señora de
Arconada para cumplir el "Voto de Villa" como ofrenda de agradecimiento
a la Virgen de Alconada por haberles librado de ciertas epidemias, así como por la convivencia pacífica que a lo largo de los siglos se ha dado entre los dos pueblos.
Ambos acontecimientos, han sido transmitidos de
padres a hijos y como recuerdo de lo acordado en esta fecha litúrgica,
Torremormojón cedió en su día una tierra ubicada en el caserío del
"Monte de la Torre", donde existía una colada a la que se trasladaban
los pastores de Nuestra Señora con sus rebaños. La pusieron el bonito
nombre de "Lunalba", ya que el traslado del ganado se hacía aprovechando
las noches de luna llena hasta rayar el alba.
Antiguamente, la romería hacia Alconada, se hacía a pie, cantando las
Letanías de los Santos. Venían por el camino de Palencia hacia el pago
de "Villasargentillo" que los de Ampudia denominan como "el de los
Torrejanos" y éstos el de Arconada. Un personaje del pueblo era el
encargado de invitar al vecindario a participar en la Rogativa. En la
pradera se jugaba, comía y bailaba hasta el anochecer.
Actualmente, los vecinos de Torremormojón siguen celebrando
ilusionados esa jornada. Sus gentes, vienen a postrarse ante la Virgen
en un gesto sencillo pero lleno de contenido. Días antes, el alcalde de
la localidad dirige un oficio al de Ampudia que dice: "Correspondiendo a
su jurisdicción el Santuario de Nuestra Señora de Arconada, espero de
usted, tenga a bien concedernos la oportuna autorización para poder
entrar en ese término municipal, todos los habitantes de
Torremormojón". En el acto litúrgico se incluyen una
serie de gestos simbólicos en los que la Corporación de Ampudia
presidida por su Alcalde, sale al mencionado camino a esperar a los de
Torremormojón, precedidos ambos pueblos por la Cruz Parroquial y los
respectivos sacerdotes. Al encontrarse las Cruces, se dan "el beso de la
Paz" y los Alcaldes se saludan e intercambian los Bastones de Mando.
Seguidamente, da comienzo la procesión por la pradera (antaño se sacaba la Sagrada Imagen). Después se celebra la Misa. A la salida, los
de la Torre invitan a los de Ampudia a un refresco que tiene lugar en
las dependencias del Monasterio. Este es un momento de convivencia
amistosa que fortalece la unión entre los dos núcleos rurales.Terminado
el ágape, se entra de nuevo en el Santuario para despedirse de
la Virgen y cantarle la Salve. De nuevo, los de Ampudia acompañan a los
de la Torre hasta el principio del camino, devolviéndose los Alcaldes
sus Bastones de Mando y deseándose salud para poder renovar la Ofrenda
el próximo año. Ya en su pueblo, los Torrejanos continúan la fiesta
reunidos en el teleclub, merendando y jugando a las cartas. En la foto superior Cofradía de Nuestra Señora del Campanil de la Torremormojón (colección Fundación Joaquín Díaz).