jueves, 5 de enero de 2012

BRINDAR LOS LAZOS

Cuenta Ascensión del Valle Torres, ampudiana de pro, en su interesante libro AMPUDIA (TRADICIÓN E HISTORIA), como existía la costumbre de "brindar" los lazos de paloteo, dedicándolos a las autoridades que por algún motivo, visitaban la Villa. Para brindar los lazos uno de los danzantes colocaba una de las cintas de colores, usadas de brazaletes, en el cuello del agasajado con una lazada. A cambio se obsequiaba a los danzantes con una buena propina, respondiendo con vivas el detalle hacia la cuadrilla. Esta costumbre aparece documentada también en otras cuadrillas de danzantes de la comarca como es el caso de Autilla del Pino o Villamartín de Campos. En ocasiones lo que se ofrecía era la danza, costumbre que ha pervivido muy viva hasta hace unas décadas en la provincia de Segovia. El agasajo con danzas a las autoridades o forasteros que visitan una localidad, como orgullo de lo patrio, ha sido una constante desde antiguo en todas las localidades donde se han mantenido este tipo de danzas, ofreciendo lo mejor de la tradición a tan ilustres visitantes. Desgraciadamente, el poco apego por lo nuestro ha hecho que esta costumbre cayera en desuso. No ha ocurrido lo mismo en el País Vasco donde cualquier acontecimiento va precedido por el agasajo con su danza "el aurresku" acompañado por el txistu y el tamboril, cuyo origen tiene mucho en común con nuestras danzas y el brindis de éstas como ofrecimiento a los visitantes y autoridades.