martes, 2 de octubre de 2012

EL ORIGEN Y LA EVOLUCIÓN DE LAS DANZAS DE PALOS

Mucho se ha escrito del origen (¿griego? ¿vacceo? ¿romano?) de las danzas de palos pero lo cierto es que no existe nadie que se pronuncie con rotundidad sobre el asunto. Tampoco está nada claro el carácter de estas danzas ¿guerreras? ¿de fertilidad? ¿propiciatorias? ¿culto a la naturaleza? ¿gremiales?. En lo que sí parece que se ponen de acuerdo es en asegurar que las danzas de palos, tal y como nos han llegado a nosotros, no se diferenciaban mucho de las danzas rituales de muchos de nuestros pueblos y ciudades vinculadas a la procesión del Corpus Christi a finales de la Edad Media. Es muy probable que muchos elementos precristianos, como es su vinculación a ritos de fertilidad, aparezcan, se amalgamen y cristianicen a partir del siglo XV en las danzas de danzantes, vinculadas a las Cofradías y cuyo fin principal fue dar más ornato a las procesiones. Hacerlas descender de danzas guerreras (propias de todas las culturas) o paganas es, con el conocimiento que tenemos de las mismas, algo exagerado, pues desde ese punto de la historia hasta nuestros días han pasado miles de años, suficientes como para diferenciar unos bailes de otros. Mucho más fácil es documentar, a partir del siglo XV, elementos que siguen perviviendo en estas danzas rituales como son su indumentaria característica, las letras de los lazos, los instrumentistas o elementos del propio rito, gracias principalmente a la importante documentación escrita que dejaron las Cofradías (especialmente en las anotaciones de Libros de Cuentas).