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domingo, 13 de enero de 2013

LA MEMORIA RECOBRADA: LAS MISAS DE CAMPAÑA EL DÍA DE ALCONADA

Hasta la década de los años 40 se mantuvo el balconcillo a la entrada del Santuario de la Virgen de Alconada. Desde el altar situado en el  mismo, se atendía la misa de campaña el 8 de septiembre. Peregrinos venidos de lejos (hasta cuarenta pueblos alrededor) acudían a pedir los favores más anhelados a Nuestra Señora. El Santuario quedaba pequeño para albergar a tantos y tantos devotos. La foto recoge a la cuadrilla de danzantes de la Virgen delante de la imagen esperando a finalizar la misa. Una enramada florida, que da la bienvenida a los romeros, discurre por el arco de entrada. La cera ofrecida anhelando la intercesión divina quemaba por decenas. Eran tiempos que a fecha de hoy se nos antojan lejanos. Os dejo también, el aspecto, tan distinto que luce hoy en día la entrada del Santuario para que comparéis. La foto antigua es del impagable archivo de Álvaro de Castro. La podéis encontrar en el Grupo abierto de Facebook de Ampudianos por el Mundo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

LA ESTAMPA DE NUESTRA SEÑORA DE ALCONADA DE AMPUDIA

La finalidad primera que tuvieron las estampas (o grabados) religiosas, durante toda la Edad Moderna (especialmente del XVII al XIX), fue sin duda, el impulso de la devoción a los santos o vírgenes titulares. Mientras que los grabados devocionales generales (de los santos más conocidos) eran suministrados por talleres europeos (sobre todo de Francia) los talleres nacionales trabajaron principalmente las advocaciones más locales o específicas que eran imposible de importar de fuera. Estos grabados iban destinados a gentes sencillas en quienes inspiraban respeto, oración y devoción de la misma manera que las imágenes de los templos. El devoto podía contar, por un coste muy bajo, con su pequeña imagen particular para uso doméstico. De ahí que muchas cofradías y santuarios intentaran contar con “los verdaderos retratos” de las vírgenes y cristos mil veces venerados. Los promotores de la estampación solían ser, en muchos casos, un fiel devoto con posibles económicos que sufragaba los gastos que el grabado suponía (especialmente la apertura de la plancha). El interés iconográfico de estas estampas reside principalmente en la reproducción muy fiel de retablos (muchas veces ya desaparecidos) y de imágenes, sobre todo advocaciones marianas, vestidas de gracia, con sus joyas y mantos perfectamente reconocibles. En ocasiones, estas estampas se incluyeron en relicarios, escapularios y detentes para la protección de los danzantes, que los prendían en su indumentaria junto al encintado simbólico. Su uso está documentado en muchas cuadrillas de la comarca (Becerril, Dueñas, Villafrades…) y es muy probable que los danzantes de la Virgen de Alconada contaran con ellos.  La fuerte devoción de Nuestra Señora de Alconada, en un ámbito de influencia de más de 40 pueblos alrededor de los Montes de Torozos y la Tierra de Campos llevó a los devotos a solicitar su grabado en 1819. En el mismo consta la siguiente leyenda: Nuestra Señora de Alconada. Que se venera en su Yglesia extramuros de la Villa de Ampudia. Hay concedidas  por varios prelados de la Yglesia 660 días de indulgencias rezando una Salve o Ave María delante de esta Santa Imagen. Antº Guerrero lo dibujó. Antº Vázquez lo grabó en 1819.  Son muchas las casas de Ampudia y de toda la comarca que todavía conservan la estampa de la Virgen (de gran fervor popular) en sus muros, en recuerdo de tiempos devocionales mejores que los actuales. En él se reconoce el arco de plata que todavía acompaña a la imagen en sus días de fiesta grande.

lunes, 10 de octubre de 2011

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE ALCONADA

Este es el aspecto que tenía la imagen de la Virgen de Alconada antes de su resturación en los años 60 del siglo XX. El aspecto ennegrecido de la cara dió pie para que se la conociera, como muchas otras imágenes, como la Morenilla. Actualmente la imagen luce sin los mantos que se eliminaron después de la restauración. Una imagen curiosa a la que ya no estamos acostumbrados.